La jugador argentina Estefania Banini es conocida como la “Messi femenina”.
Banini, de 33 años, es atacante en el club Atlético Madrid y fue capitán de Argentina en la Copa Mundial 2019, la cual fue la primera vez que el país sudamnericano participaba desde el 2007. Luego asistió a su equipo cuando logró sus primero puntos en la fase de grupos con un par de empates.
Pero el empuje de Banini por la igualdad de género en Argentina le costó ya que lleva casi tres años sin que la convoquen para jugar en el seleccionado.
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Al inicio de la Copa Mundial en el 2019, Banini era muy crítica del equipo de entrenadores de Argentina, sus métodos para entrenar ya que sentía que no eran lo que debían ser. Luego, el entrenador de Argentina, Carlos Borello, le respondió a ella y a otras que sumaron sus críticas, dejándolas afuera de los Juegos panamericanos 2019, forzando a Banini a hacer sus críticas públicas a través de un posteo en Instagram.
“Nos castigaron al no permitirnos jugar en el seleccionado nacional por tres años”, dijo Banini en el podcast de NBC y Telemundo “Mi Mundialista Favorita”. “Fueron momentos muy duros,muy tristes, porque todo lo que queríamos era mejorar esto, para tener lo que necesitábamos para crecer de veras”.
La lucha contra la desigualdad de género en el fútbol ha sido una constante en varios países, incluída Argentina.
Después de perderse dos copas mundiales de manera consecutiva, el seleccionado de fútbol de mujeres de Argentina fue listado como “inactivo” por la FIFA en el 2015 y no tuvo un entrenador en el 2016 ya que no tenía apoyo de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA). Luego que Argentina regresara tras pasar tiempo sin jugar un solo partido, las jugadoras hicieron huelga en el 2017 por pagos no concretados de $8.50 por cada sesión de entrenamiento y por infraestructura en mal estado.
Las cosas no estaban muy bien en el área de los clubes tampoco. En el 2019, Macarena Sánchez demandó a su club, UAI Urquiza y la AFA en un intento para lograr el estatus profesional ya que el fútbol femenino era un deporte amateur en Argentina. Jugadoras del UAI Urquiza, que contaba con varias integrantes en la selección, no ganaban sueldos y solo recibían el pago de $10 por mes para los viajes y ofertas de empleo de medio tiempo en el club.
Un mes después, la AFA le otorgó el estatus de profesional a la primera división, el nivel más alto del fútbol femenino. La decisión significó que los 16 clubes tuvieran al menos ocho jugadoras con contratos profesionales. Cada equipo recibiría $3,000 mensuales para dividirlo entre las jugadoras con contratos, significando un ingreso de $375 para cada una, la misma suma que gana un jugador de cuarta división en Argentina.
“La vida de una jugadora en Argentina es complicada ya que no puede dedicarse 100% a la profesión”, dijo Banini. “Hay algunas jugadoras que ganan suficiente pero no es una realidad para todas. Así que es muy difícil ya que muchas deben estudiar, deben trabajar y deben hacer otras cosas para poder entrenar, con poco dinero o poco para comer”.
Banini, quien jugó en la liga de EEUU NWSL en el equipo Washington Spirit desde el 2015 hasta el 2018, cree que Argentina puede aprender de Estados Unidos. Ella vio la estructura del fútbol durante su estadía en EEUU que cree que otros países deben copiar.
“Creo que van adelantados por varios años”, dijo Banini. “Las escuelas apoyan al fútbol en un nivel muy profesional. La verdad es que le dan al fútbol un valor impresionante y es algo que debemos admirar. Y no solo es el fútbol, es cualquier deporte. Así que creo que es algo que se debe hacer en América Latina”.
EEUU también eliminó la diferencia en los sueldos en los seleccionados nacionales. En febrero del 2022, el seleccionado femenino de fútbol acordó el pago de $24 millones en el marco de una demanda contra la Federación de Fútbol de EEUU. Meses después, la Federación de Fútbol de EEUU, la USWNT y la USMNT llegaron a un histórico acuerdo por la igualdad de sueldos en ambas selecciones.
“Me parece muy importante que los equipos de fútbol empiecen a hacer algo por la diferencia de sueldos”, dijo Banini. “¿Y por qué no en Sudamérica también? Pero creo que debe haber otros pasos previos que otros seleccionados y otros países deben tomar”.
Luego que Germán Portanova se convirtió en el entrenador de Argentina, Banini fue convocada al equipo nacional y tuvo su regreso oficial en abril del 2022. En retrospectiva, Banini cree que sus críticas en el 2019 hacia el seleccionado nacional de mujeres tuvieron un efecto positivo.
“Siempre trato de sacar lo positivo y creo que funcionó”, dijo. “Funcionó para que Argentina tenga un cambio y para que hoy podamos crecer bajo un nuevo equipo de entrenadores”.
Mientras Banini se prepara para lo que será su última Copa Mundial, ha visto cosas positivas en la lucha por la igualdad de género. Se quebró el récord de público en abril cuando casio 32,000 espectadores vieron el amistoso contra Venezuela . Y Banini dice que algunos integrantes del seleccionado masculino, campeón del mundo, han mostrado su apoyo y comenzado a conocer a las integrantes del seleccionado de mujeres.
No obstante, Banini dice que Argentina está lejos de donde debe estar,
“Me encantaría sentir la experiencia de la igualdad de género porque es mi país y quiero vivir esa realidad”, dijo. “Pero creo que aún falta mucho antes de generar esa oportunidad a las atletas, que se puedan dedicar 100% al fútbol, así el mundo pueda ver el potencial de Argentina”.