¿Quién no ha sentido vergüenza cuando “purga” el refrigerador? Uno está sentenciado a enfrentar las sobras olvidadas, verduras con moho y salsa de ensaladas tan expirada que parece haber venido con el refrigerador. Pero no es así. Uno pagó dinero por todo eso y ahora tiene que botarlo.
No se desanime, no es el único en desperdiciar comida y dinero. Y a diferencia de otras soluciones monetarias más ambiciosas, reducir el desperdicio de comida es relativamente simple y casi seguramente rinde. De hecho, una persona puede ahorrar 370 dólares anuales como promedio si desperdicia menos comida, de acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Y una familia de cuatro personas pudiera ahorrar 1,500 dólares adicionales.
Y si ahorrar dinero no es suficiente, reducir el desperdicio de alimentos ayuda al planeta, pues la mayoría de la comida que botamos termina en basureros, donde emite gas metano. Menos desperdicio, menos gas.
Reducir el desperdicio además conserva energía y recursos, de acuerdo con la Agencia de Protección del Ambiente.
Seguidamente, una mirada a cómo se puede desperdiciar menos comida:
UNA LIMPIEZA DEL REFRIGERADOR
Examina lo que se echa a perder en tu refrigerador, dice Cassie Bartholomew, gerente de StopWaste, una agencia pública que reduce el desperdicio en el condado Alameda, California. Elimina y evalúa todo lo que está pasado. En lugar de sentirte mal, trata de aprender. “Pregúntate, ¿por qué estoy botando esta comida?”, dice. “Examina las causas”.
¿Compraste un ingrediente que nunca usaste? Planear mejor antes de ir de compras puede ayudar. ¿Te olvidaste de sobras, frutas y verduras? StopWaste recomienda dedicar una sección del refrigerador a alimentos que se echan a perder pronto. Identifica la sección con una etiqueta que diga “Comer primero”.
Durante la limpieza, pudieras darte cuenta de que algunos alimentos que parecen estropeados son aún comibles. Comidas con fecha de expiración pasada pudieran estar bien aún y las verduras marchitas pueden ser cocinadas.
Bartholomew recomienda revisar la temperatura del refrigerador. Una temperatura de 4,5 grados centígrados (40 grados Fahrenheit) o menos mantiene los alimentos, de acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos, que recomienda usar un termómetro independiente.
PLANEA ANTES DE COMPRAR
Mantener inventario de lo que hay en el refrigerador y los estantes te ayudará a comprar menos cosas que se vayan a desperdiciar. Bartholomew recomienda que antes de ir de compras, debes identificar qué productos tienes y las comidas que puedes preparar con ellos. (Papas y mantequilla? Puré de papas. No hay que comprar esos ingredientes). Entonces identifica lo que necesitas para completar el plato. (¿Te falta leche? Añádela a la lista de compras). De lo contrario, es fácil gastar más de lo necesario comprando cosas que no necesitas.
GUARDA LOS ALIMENTOS PARA QUE DUREN
Compraste lo adecuado, ahora asegúrate de que mantiene la frescura. Busca en la internet “cómo almacenar frutas y verduras” y aprenderás que algunos alimentos deben ser refrigerados (kiwi, pepinos) y otros no (bananas, aguacate). Y algunas frutas, como manzanas, emiten un gas que hace madurarse otros productos más rápidamente.
Guarda las sobras y comidas cocinadas para que se preserven y puedan ser identificados más tarde. Bartholomew recomienda contenedores transparentes, sellados, con etiquetas que identifiquen la comida y cuándo fue preparada o guardada. Eso es especialmente importante en el congelador.
USE LA COMIDA A PUNTO DE ECHARSE A PERDER
Revise el refrigerador y el congelador para detectar comida al borde de la extinción, dice Lindsay-Jean Hard, autora de “Cooking with Scraps: Turn Your Peels, Cores, Rinds, and Stems into Delicious Meals”. Por supuesto, dice, la comida con moho y podrida se bota.
Pero las verduras marchitadas usualmente se pueden cocinar. O las puedes asar y guardarlas congeladas.