HOUSTON - En el corazón de la base aérea de Houston, dos hombres se preparan cada día para enfrentar lo impensable.
Omar Alva, un valiente rescatista mexicano, y Abner López, un experimentado mecánico de vuelo puertorriqueño, son los rostros hispanos detrás de algunas de las misiones de rescate más arriesgadas de la Guardia Costera de los Estados Unidos.
Con años de experiencia a sus espaldas, Alva y López no solo representan la excelencia en su campo, sino que también son embajadores de la comunidad hispana en una de las instituciones más respetadas del país.
"Siempre me van a bajar a mí primero," explica Omar Alva, describiendo su papel crucial como el enlace directo entre el helicóptero y las personas en peligro. "Yo voy a ver cuánta gente tenemos que salvar y de ahí en adelante yo me comunico con el helicóptero para ver qué es lo que me tienen que dar".
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email.> Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo Washington aquí.
Para Alva, cada rescate es más que una simple misión. Un encuentro fortuito en un restaurante con un pescador al que había salvado meses atrás cambió para siempre su perspectiva sobre su trabajo.
"Llegué a entender que no nada más es salvar a alguien, es salvar al padre de alguien, a la mamá de alguien, al hermano de alguien. Y eso es algo que no se puede explicar, pero es algo muy bonito, muy, muy bonito," comparte Alva emocionado.
Por su parte, Abner López destaca cómo su herencia hispana se ha convertido en una herramienta invaluable durante los rescates. "Impacta bastante porque he sido parte de rescates donde he tenido que traducir," explica López.
"Soy latino, de verdad que me da a mí las herramientas perfectas para poder comunicarme con una comunidad latina sin tener ningún problema de comunicación."
López recuerda con orgullo el rescate de un buzo español mordido por un tiburón y cómo su capacidad de comunicarse en español fue crucial para salvar la vida de un padre durante una emergencia médica en alta mar.
Para estos dos latinos, ser miembros de la Guardia Costera trasciende lo profesional. Es una vocación, una fuente inagotable de satisfacción personal.
Cada vez que se elevan sobre las aguas del Golfo, Alva y López saben que no solo llevan consigo la responsabilidad de su misión, sino también la representación de toda una comunidad que ve en ellos un ejemplo de valentía, dedicación y servicio.
En un mundo donde las fronteras a menudo dividen, Omar Alva y Abner López demuestran que el heroísmo no conoce nacionalidades.
Su labor en la Guardia Costera no solo salva vidas, sino que también construye puentes, recordándonos el valor incalculable de la diversidad en nuestras instituciones más cruciales.