MIAMI.- El Gran Premio de Miami se convirtió este domingo en la capital mundial del motor, pero también de la farándula. Actores, cantantes, grandes estrellas del deporte y famosos de toda condición han convertido este fin de semana al Autódromo Internacional de Miami en su nueva cita obligatoria.
Por el 'paddock' se ha podido ver al piloto mexicano Sergio 'Checo' Pérez (Red Bull) hacer de perfecto anfitrión del reguetonero puertorriqueño Bad Bunny, al que fue a buscar al estacionamiento del circuito y casi le hizo una visita guiada.
Y su compañero Max Verstappen, actual campeón del mundo, hizo lo propio con el cantante de Black Eyed Peas Will.I.Am, que este domingo fue "infiel" al equipo Mercedes con el que acababa de presentar un llamativo prototipo llamado "WILL.I.AMG", que parte de la base del Mercedes-AMG GT de cuatro puertas.
Se han dejado ver también por el circuito el cantante boricua Luis Fonsi, la exprimera dama de EEUU, Michelle Obama; el cineasta y creador de la saga de la Guerra de las Galaxias George Lucas; Caitlyn Jenner, del famoso clan de las Kardashians, o el extenista argentino Juan Martín del Potro, al que fue a recibir el piloto francés Pierre Gasly (AlphaTauri).
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Numerosos famosos acudieron además el viernes en South Beach a una fiesta que supuso el "semáforo verde" para la participación de la farándula mundial en este gran premio, como el presentador James Corden, la estrella de la NBA LeBron James, el músico Wyclef Jean o el exfutbolista David Beckham.
PRECIOS POR LAS NUBES
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Todos ellos difícilmente tendrán algún problema en pagar las entradas más caras de todo el Mundial de Fórmula Uno, solo por detrás del Gran Premio de Montecarlo, con 640 dólares las más baratas, que volaron en la primera jornada.
En esta zona, denominada "Club de Yates", la más exclusiva de todo el circuito, los precios oscilaban entre los 9,500 dólares por un boleto individual, 19,000 por el doble y 38,000 el que da acceso a cuatro personas.
Aunque las hay, sin duda, mucho más caras.
En la reventa en Ticketmaster se podían encontrar este domingo todavía boletos de hasta 20,000 dólares en una bancada situada después de la curva número 8, donde los diseñadores del circuito apostaron precisamente por crear una marina que recuerda a la de Montecarlo.
Los organizadores pueden presumir del éxito de la venta de entradas, pues las cerca de 240,000 que salieron al mercado para los tres días del evento desaparecieron en unas horas.
Esto demuestra el buen momento de la Fórmula Uno en Estados Unidos, y al ya habitual de Gran Premio de EEUU en Austin (Texas), al estreno este año de Miami en el calendario del mundial se les unirá en 2023 otro circuito urbano, en este caso en el famoso "Strip" de Las Vegas (Nevada).
"Creo que Miami será como nuestro Super Bowl", dijo el pasado viernes el piloto Lewis Hamilton (Mercedes) en una comparación con la final de la liga de fútbol americano NFL que no deja de sonar estos días en el sur de Florida tanto por la expectación, los beneficios económicos como el nivel de "famoseo" que genera.
La empresa de promoción turística de la vecina ciudad de Fort Lauderdale calculó que los ingresos que generará este fin de semana la Fórmula Uno serán, según proyecciones citadas por CBS, superiores a los de una Super Bowl, el mayor evento deportivo de Estados Unidos.
QUE SUENEN LOS MOTORES
Porque se trata, sin duda, de una fiesta de altos vuelos.
La idea de los organizadores del gran premio fue ir mucho más allá de tres días de carreras y quisieron convertir este gran premio además en casi un festival de música de primer nivel y por eso contrataron a Post Malone, The Chainsmokers, DJ Tiësto y al colombiano Maluma, quien cantará desde el podio poco después de que concluya la carrera.