SAN DIEGO - Cuando se tira de la cadena de un inodoro en California, el agua residual tratada puede terminar en múltiples lugares: en una pista de patinaje sobre hielo en Ontario, en las pistas de esquí de Lago Tahoe o en las tierras agrícolas del Valle Central del estado.
Y, próximamente, en los grifos de la cocina.
Los reguladores de California aprobaron el martes nuevas normas para permitir que las agencias de agua reciclen las aguas residuales y las empleen para llevar agua potable a las viviendas, escuelas y negocios.
Es un gran paso para un estado que ha batallado durante décadas para tener una fuente confiable de agua potable para sus más de 39 millones de habitantes. Y también muestra un cambio en la opinión pública en torno a un tema que hace dos décadas provocó críticas que hundieron proyectos similares.
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Desde entonces, California ha experimentado múltiples sequías extremas, la más reciente de las cuales fue, según los científicos, el periodo de tres años más seco del que se tenga registro y dejó las reservas del estado en niveles peligrosamente bajos.
“El agua es muy valiosa en California. Es importante que la usemos más de una vez”, dijo Jennifer West, directora general de WateReuse California, un grupo que aboga por el uso de agua reciclada.
California ha estado utilizando aguas residuales recicladas durante décadas. El equipo de la liga menor de hockey Ontario Reign la ha usado para hacer hielo para su pista en el sur de California. El complejo de esquí Soda Springs, cerca de Lago Tahoe, ha hecho nieve con ella. Y los agricultores del Valle Central, donde se cultiva gran parte de las verduras, frutas y nueces del estado, la usan para regar sus cosechas.
Pero no ha sido utilizada para el consumo humano directo. El condado de Orange opera un sistema de purificación de agua de gran tamaño que recicla las aguas residuales y luego las utiliza para rellenar acuíferos subterráneos. El agua se mezcla con el agua subterránea durante meses para que después sea bombeada y se utilice de nuevo para beber.
Las nuevas normas de California permitirán, pero no requerirán, a las agencias proveedoras de agua tomar las aguas residuales, tratarlas y luego usarlas para el suministro de agua potable. California será el segundo estado en permitir esto, detrás de Colorado.
Las nuevas normas exigen que las aguas residuales sean tratadas para eliminar todos los patógenos y virus, aunque no se encuentren en ellas. Esto difiere de las normas habituales de tratamiento del agua, que sólo exigen el tratamiento contra patógenos conocidos, según Darrin Polhemus, subdirector de la división de agua potable de la Junta de Control de Recursos Hídricos de California.
De hecho, el tratamiento es tan estricto que elimina todos los minerales que hacen que el agua potable tenga buen sabor, lo que significa que hay que volver a añadirlos al final del proceso.
“La calidad del agua potable es la misma, y probablemente mejor en muchos casos”, afirmó Polhemus.
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El videoperiodista de The Associated Press Terry Chea en San José, California, contribuyó a este despacho.