DALLAS, Texas - La congregación de las Monjas Carmelitas Descalzas, con sede en Arlington, demandaron al Obispo de la Diócesis Católica de Fort Worth porque argumentan, se ha extralimitado en sus funciones al sancionarlas y apropiarse de sus bienes personales.
Ellas argumentan que responden directamente al Papa y no a la Diócesis que lidera Michael Olson.
Acorde con documentos judiciales obtenidos por NBC 5 y Telemundo 39, el grupo de religiosas piden un millón de dólares de indemnización porque ha causado angustia psicológica en su congregación a la cual se metieron y se llevaron una computadora, un iPad y un celular de la madre superiora, Teresa Agnes.
Además de que cerraron el lugar sin su consetimiento.
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Por su parte, la Diócesis Católica de Fort Worth respondió a través de su sitio en internet que en abril se les notificó que una monja dicha congregación violó su voto de castidad con un sacerdote fuera de la Diócesis (de Fort Worth) y que se está llevando a cabo una investigación eclesiástica.
Las monjas alegan que Olson "se metió a la fuerza en nuestra comunidad pacífica", interrogaron a las hermanas y luego "hizo una rabieta y con voz agitada y alta gritó que el monasterio estaba cerrado y que no se celebraría ninguna misa".
EEUU
Acorde a los documentos juidiciales, Agnes precisa que "la orden de las Carmelitas no está y nunca ha estado bajo el control del obispo de la Diócesis local y que responde directamente al Papa".
En diciembre de 2018, un grupo de feligreses de Fort Worth, pidieron la remoción del Obispo Olson por tener una actitud abusiva, de venganza y de dividir a la comunidad.
Primero desató enojo y profunda tristeza al cerrar la Iglesia San Mateo donde acudía totalmente una comunidad hispana. Argumentó que ya no era autosuficiente pero los feligreses dijeron que nunca habló con ellos, que simplemente fue tajante y no brindó explicaciones.
Luego inició la remoción de sacerdotes en la Iglesia de la Sagrada Familia y San Martín de Porres en la ciudad de Prosper.