Los múltiples fallos del Servicio Secreto antes del acto de campaña de julio donde un atacante disparó al expresidente y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, eran “previsibles, evitables y (estaban) directamente relacionados con los acontecimientos que resultaron en el intento de asesinato de ese día”, de acuerdo con una investigación bipartidista del Senado publicada el miércoles.
Como la investigación interna de la agencia y la pesquisa en curso en la Cámara de Representantes, el reporte provisional del Comité de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado detectó múltiples fallos en casi todos los niveles antes del tiroteo en Butler, Pensilvania, incluyendo en la planificación, las comunicaciones, la seguridad y la asignación de recursos.
“Las consecuencias de estos fallos fueron nefastas", dijo Gary Peters, senador demócrata por Michigan y presidente del comité de Seguridad Nacional.
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LO QUE REVELÓ LA INVESTIGACIÓN
Los investigadores hallaron que no había una cadena de mando clara entre el Servicio Secreto y otras agencias de seguridad, ni un plan para cubrir el edificio donde se situó el tirador para efectuar los disparos. Los agentes operaban en varios canales de radio independientes, lo que provocó que se perdieran comunicaciones, y un operador de drones sin experiencia quedó atascado en una línea de asistencia cuando su equipo comenzó a dar problemas.
Las comunicaciones entre los responsables de seguridad fueron un “juego telefónico de varios pasos”, apuntó Peters.
El reporte determinó que el Servicio Secreto fue notificado sobre la presencia de una persona en el tejado del edificio unos dos minutos antes de que Thomas Matthew Crooks efectuase ocho disparos hacia el lugar donde se encontraba Trump, a menos de 150 metros (yardas) de distancia. Trump fue alcanzado en una oreja por una bala o un fragmento de bala, un asistente al mitin murió y otros dos resultaron heridos antes de que el agresor fuera abatido por un francotirador del Servicio Secreto.
De acuerdo con el informe, aproximadamente 22 segundos antes de los disparos de Crooks, un policía local alertó por radio de la presencia de un individuo en el inmueble. Pero la información no se transmitió al personal del Servicio Secreto que fue entrevistado por los investigadores del Senado.
El comité entrevistó también a un francotirador del Servicio Secreto que dijo que vio a agentes con sus armas desenfundadas corriendo hacia el edificio en el que estaba pertrechado el tirador, pero apuntó que no se les ocurrió avisar a nadie para que sacaran a Trump del escenario.
El reporte del Senado llega apenas unos días después de que el Servicio Secreto hizo público un documento de cinco páginas que resume las conclusiones clave de un reporte todavía pendiente de finalizar de la agencia sobre lo que salió mal, y antes de la vista que celebrará el jueves un grupo de trabajo bipartidista de la Cámara de Representantes que investiga el tiroteo. El comité de la Cámara investiga también un segundo intento de asesinato contra Trump a principios de este mes, cuando agentes del Servicio Secreto arrestaron a un hombre con un rifle escondido en el campo de golf del club que el republicano tiene en Florida.
Cada una de las pesquisas ha encontrado nuevos detalles que reflejan un fallo masivo en la seguridad del expresidente, y los legisladores dicen que hay mucho más que quieren averiguar mientras intentan evitar que vuelva a ocurrir.