WASHINGTON DC — El exlíder del grupo de extrema derecha Proud Boys, Enrique Tarrio, y otros cuatro cabecillas lideraron un ataque coordinado contra “el corazón de nuestra democracia” en un intento desesperado por mantener a Donald Trump en la Casa Blanca, dijo un fiscal federal el jueves al comienzo de su juicio por conspiración sediciosa.
El jurado comenzó a escuchar las declaraciones de los fiscales más de dos años después de que miembros del grupo de extrema derecha se unieran a una turba que apoyaba a Trump para asaltar la sede del Congreso estadounidense el 6 de enero de 2021.
El fiscal federal adjunto, Jason McCullough, dijo que los Proud Boys sabían que las esperanzas de Trump de un segundo mandato en el cargo se desvanecían rápidamente a medida que se acercaba el 6 de enero. Entonces, los líderes del grupo reunieron una “fuerza de combate” para detener el traspaso de poder a Joe Biden, dijo McCullough. Tarrio vio la presidencia de Biden como una “amenaza a la existencia de los Proud Boys”, señaló el fiscal.
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Los líderes de Proud Boys reclutaron nuevos miembros “para ayudarlos a lograr sus objetivos”, dijo McCullough. El 6 de enero, se reunieron en un lugar previamente acordado y comenzaron a avanzar hacia el Capitolio antes de que Trump terminara su discurso.
El juicio se produce inmediatamente después de las condenas por conspiración sediciosa de dos líderes de Oath Keepers, otro grupo de extrema derecha. El jefe de la organización, Stewart Rhodes, y la líder del grupo en Florida, Kelly Meggs, fueron condenados por conspirar para impedir la transferencia del poder presidencial. Otros tres integrantes de Oath Keepers fueron absueltos de este cargo, pero condenados por otros delitos graves.
El caso contra Tarrio y sus cuatro colegas es uno de los más importantes tras el motín del 6 de enero en el Capitolio. El juicio brindará una mirada profunda a un grupo que se ha convertido en una fuerza influyente en la política republicana dominante.