NUEVA YORK — La conducta del expresidente Donald Trump con las mujeres, algo que ha jalonado su carrera política, vuelve al centro de la escena en un juicio en que se lo acusa de violación.
La selección del jurado está prevista para comenzar el martes en la demanda iniciada por la excolumnista de consejos para mujeres E. Jean Carroll, quien dice que Trump la violó en una lujosa tienda de departamentos de Nueva York en los años 90.
Trump, quien difícilmente asistirá al juicio, ha calificado las acusaciones de “fraude total”. Carroll, que pide una indemnización no especificada, dice que su demanda, inspirada por el movimiento #MeToo, busca una rendición de cuentas del más representativo de los hombres prominentes.
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“Presento esta demanda no solo por mí, sino por cada mujer en Estados Unidos que ha sido manoseada, acosada, atacada sexualmente y ha elevado la voz y por eso la han denigrado, humillado o despedido”, dijo Carroll al inicio.
El juicio coloca la trayectoria de Trump con las mujeres bajo el microscopio cuando intenta regresar a la Casa Blanca. Pero si un juicio por violación significaría una crisis para la mayoría de los candidatos, en el caso de Trump resta por verse.
“En la medida que el caos en torno de Trump es su mayor reto, esto refuerza esta narrativa”, dijo Alex Conant, un estratega republicano que colaboró con la campaña presidencial del senador Marco Rubio en 2016
“Lo que más escucho en los grupos de opinión de votantes republicanos es que están hartos del drama constante que acompaña a Trump”.
El ascenso político de Trump estuvo plagado de críticas por sus actitudes y conducta hacia las mujeres: los insultos al aspecto personal de su otrora rival republicana Carly Fiorina, sus comentarios misóginos sobre la expresentadora de noticias de Fox News Megyn Kelly, su denigración de una ex Miss Universo, y sobre todo sus observaciones groseras, grabadas inadvertidamente por un micrófono abierto en el programa “Access Hollywood”, que casi descarrilaron su campaña de 2016 y ocasionaron un inusual pedido de disculpas por lo que llamó ”cháchara propia del vestuario”.
Durante la campaña y su presidencia, más de una docena de mujeres, Carroll entre ellas, lo acusaron de abuso sexual y acoso. Trump rechazó todas las acusaciones. Otras demandas fueron abandonadas o desestimadas, pero la de Carroll ha sobrevivido.
Si Trump sale ganador, probablemente lo presentará como un nuevo ejemplo de cómo derrota lo que llama las acusaciones espurias, dijo Conant.
Si pierde, el impacto dependerá de las circunstancias del veredicto. Carroll pide una indemnización no especificada y que Trump se retracte de haber rechazado sus denuncias.