Las empresas de redes sociales obtuvieron en conjunto más de $11,000 millones en ingresos publicitarios procedentes de menores de edad el año pasado en Estados Unidos, de acuerdo con un estudio de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard publicado el miércoles.
Los investigadores dijeron que los hallazgos muestran que es necesario que el gobierno regule las redes sociales, ya que las compañías que ganan dinero con los niños que utilizan sus plataformas no se han autorregulado de manera significativa.
Señalaron que ese tipo de regulaciones, así como una mayor transparencia por parte de las compañías tecnológicas, podría ayudar a aliviar los daños a la salud mental de los jóvenes y a reducir las prácticas publicitarias potencialmente perjudiciales dirigidas a niños y adolescentes.
Para obtener la cifra de ingresos, los investigadores calcularon el número de usuarios menores de 18 años en Facebook, Instagram, Snapchat, TikTok, X (antes Twitter) y YouTube en 2022 basándose en datos de población de la Oficina del Censo de Estados Unidos y en datos de encuestas de Common Sense Media y Pew Research.
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A continuación, utilizaron datos de la empresa de investigación eMarketer, ahora llamada Insider Intelligence, y de Qustodio, una aplicación de control parental, para estimar los ingresos publicitarios de cada plataforma en Estados Unidos en 2022 y el tiempo que los niños pasaban al día en cada una de ellas. Después de eso, los investigadores dijeron que construyeron un modelo de simulación con esos datos para estimar la cantidad de ingresos publicitarios que las plataformas obtuvieron de los menores en Estados Unidos.
Investigadores y legisladores llevan mucho tiempo centrándose en los efectos negativos de las plataformas de redes sociales, cuyos algoritmos personalizados pueden llevar a los niños a hacer un uso excesivo de ellas. Este año, los legisladores de estados como Nueva York y Utah han presentado o aprobado proyectos de ley para frenar el uso de las redes sociales entre los niños, alegando daños a la salud mental de los jóvenes y otros problemas.
Meta, propietaria de Instagram y Facebook, también ha sido demandada por decenas de estados por su supuesta contribución a la crisis de salud mental.