NUEVA YORK — La Reserva Federal (Fed) aumentó este miércoles las tasas de interés en 25 puntos porcentuales, lo que incrementa el objetivo de la Fed a un rango de 4.75%-5%, el más alto desde 2007.
La decisión se toma solo semanas después del colapso de Silicon Valley Bank y Signature Bank y en medio de la inestabilidad bancaria y del pánico de los inversionistas.
La última vez que el banco central había aumentado las tasas de interés fue en febrero y se espera que haya otro incremento antes de terminar este año.
Se trata del noveno aumento de los tipos en un año para combatir la inflación, aunque es menor que el anticipado por la Fed, que había hablado de acelerar el ritmo de las subidas cuando todavía no había estallado la crisis bancaria.
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El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed, que tomó la decisión tras una reunión de dos días, aseguró que el "sistema bancario de EEUU es sano y resistente".
"Es probable que los acontecimientos recientes resulten en condiciones crediticias más estrictas para los hogares y empresas, y que pesen en la actividad económica, la contratación y la inflación. El alcance de estos efectos es incierto. El comité sigue muy atento a los riesgos de la inflación", dijo en la nota.
Auguró además que "puede ser adecuado un cierto endurecimiento adicional" de su política monetaria para lograr su objetivo de inflación, aunque subrayó que seguirá vigilando las repercusiones que pueda tener.
Para tratar de poner coto a la inflación, la Fed inició en marzo de 2022 las subidas con un tímido 0,25. En mayo elevó los tipos 0,5 puntos y en junio ya comenzó una racha de aumentos de 0,75 enteros, antes de bajar el ritmo a 0,50 el pasado diciembre y reducirlos aún más, a 0,25, en febrero.
Hace dos semanas, la pregunta que se hacían los expertos era si la Fed incrementaría esta vez 0,25 o 0,5 puntos los tipos de interés, pero todo cambió con la quiebra del Silicon Valley Ban y Signature Bank, cuya situación financiera empeoró por la política monetaria del organismo, hasta el punto que se había especulado con la posibilidad de que el banco central pausara las subidas.
Finalmente, la Fed ha decidido continuar con los aumentos, ya que la inflación en EEUU todavía está muy por encima de su objetivo del 2 % y con un mercado laboral robusto. En febrero, la inflación en el país se situó en el 6 % interanual, su tasa más baja desde septiembre de 2021, tras bajar cuatro décimas respecto a enero.
Ante el panorama actual, los principales responsables económicos del país, y en particular la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y Powell han tratado de asegurar a los ciudadanos y a los mercados que la situación no desembocará en una crisis financiera.
Desde que alcanzó su pico en junio (9.1%), la inflación se ha relajado hasta el 6.5 % y en diciembre bajó por sexto mes consecutivo, un dato que según los analistas es señal de que las subidas de tipos están empezando a hacer efecto en la economía estadounidense.
Sin embargo, desde la Fed -que opera como un banco central en Estados Unidos- han seguido insistiendo en que todavía no es momento de parar y que los tipos seguirán subiendo durante los próximos meses, hasta que se llegue a "una política monetaria que sea suficientemente restrictiva para volver a una inflación del 2%".