El pasado 22 de febrero, Jared Pareja se encontraba jugando fútbol con sus amigos, Jonathan García y Diego Prudente-Vázquez cuando de repente, cayó al suelo y su corazón dejó de latir.
Y es que esa tarde, Diego y Jonathan más que amigos, fueron ángeles para Jared, pues Jonathan, además de llamar al 911, realizó una jugada fundamental: comenzó con los procesos de primeros auxilios, los cuales aprendió con su hermana desde pequeño.}
Fueron los paramédicos de los Bomberos de San José los que llegaron a la escena para poder reanimar al chico.
Finalmente, Jared ue trasladado al Centro Médico de Káiser Permanente en San José.
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Jared deambulaba en la fina línea entre la vida y la muerte.
El joven fue un guerrero y luego de una semana en el hospital, pudo regresar a casa, lo que fue un regalo para Gilberto y Ana Pareja, inmigrantes mexicanos padres de tres niños en donde Jared es el menor.
Pero el peligro no ha pasado del todo. Lo que en teoría fue un paro cardíaco, meses después los médicos aún no tienen un diagnóstico confirmado.
Jared tiene un desfibrilador cardioversor en su cuerpo y con una máquina, constantemente actualiza datos para los doctores. Todo esto, confirma que lo ocurrido fue un milagro, sobre todo tomando en cuenta que el chico apenas tiene 18 años.
Jared conversó con Telemundo 48, no recuerda mucho del incidente, pero se siente muy agradecido por seguir con vida y entiende que, de momento, los planes de su vida han cambiado mientras mejora su situación de salud.
El gol más importante, ya lo anotó. Ahora, toca seguir luchando para cumplir sus sueños.