Una familia hispana llora la muerte de una pareja que se ahogó la semana pasada tras ser arrastrada por una ola en Santa Cruz.
Pedro David Guadarrama y Emma Nelly Díaz López llegaron a San José hace cuatro años en busca de una mejor vida.
“Fue muy decidido y él tuvo sus ilusiones y me dijo igual que usted yo voy a cumplir mi sueño y voy a conseguir lo que me propuse”, recordó Pedro Guadarrama Velázquez, padre de Pedro David.
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El afligido padre dijo que el camino que recorrió Pedro David al comienzo no fue fácil.
“Él entró lavando platos, inclusive después de trabajar varios turnos todavía él tomaba horas extras para ir a lavar trastes a la una o dos de la mañana”, afirmó Pedro.
Su hijo cumplió 30 años el 12 de julio y fue a Santa Cruz a celebrarlo días después con Emma quien aseguró que tenía 33 años.
El pasado 16 de julio la pareja llegó a un malecón en el área de West Cliff y mientras se encontraban parados en unas rocas fueron arrastrados por una ola.
Los bomberos informaron que un poco antes de las 6:30 de la tarde, recibieron la llamada de emergencia, el equipo de rescate encontró a ambas víctimas flotando boca abajo en el mar.
David Hill, agente de patrulla del puerto de Santa Cruz dijo que llegaron los más rápido posible y que, aunque les administraron los primeros auxilios a la pareja, ambos fueron declarados muertos en el lugar.
“Es un dolor indescriptible, es una impotencia que tu como padre quisieras en el momento correr y buscarlo, desgraciadamente estamos separados por muchos kilómetros”, afirmó Pedro.
Durante la investigación Pedro se enteró que iba ser abuelo por primera vez, ya que Emma tenía 5 meses de embarazo.
Pedro cree que esta era la sorpresa que su hijo le tenía ya que en diciembre regresarían a México a casarse, pero ahora recibirá a su hijo, nieto y quien iba ser su nuera en un ataúd.
La familia abrió una página de GoFundMe y tendrán una rifa para recaudar fondos para costear la repatriación de los cuerpos, ya que me aseguran que el Consulado de México solo les ofreció $500.
Este padre sueña con volver a abrazar a su hijo.
“Quisiera tenerlo aquí conmigo”, dijo entre lágrimas Pedro.