Un hombre acusado de disparar mortalmente al obispo auxiliar David O'Connell en su casa en Hacienda Heights declaró no culpable de un cargo de asesinato el miércoles.
La jueza de la Corte Superior Armenui Amy Ashvanian ordenó a Carlos Medina, de 61 años, permanecer encarcelado bajo una fianza de poco más de $2 millones en espera de su próxima comparecencia el 17 de mayo en el juzgado del centro de Los Ángeles.
Es aquí cuando se fijará una fecha con audiencia para determinar si hay pruebas suficientes para exigirle que sea juzgado.
Medina está acusado del asesinato del obispo, de 69 años, el 18 de febrero, junto con una acusación de que él personalmente usó un arma de fuego.
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Medina Podría enfrentar entre 35 años de cárcel y cadena perpetua si resulta convicto, según George Gascón, fiscal del distrito.
El obispo O’Connell fue encontrado muerto por un díacono que fue a buscar al obispo porque no había llegado a una cita. Las autoridades fueron llamadas al la residencia del obispo en su residencia en la cuadra 1500 de Janlu Avenue a la 1 p.m.
De acuerdo al alguacil, Robert Luna, no había señales de entrada forzada. Gascón dijo que O'Connell tenía múltiples heridas de bala.
Medina es el esposo de la persona de limpieza de O'Connell, pero también realizó trabajos de mantenimiento en la casa del obispo, según el alguacil.
El alguacil dijo que las pistas del público ayudaron a los investigadores llegar a Medina, con uno en particular que señaló que “Medina estaba actuando de manera extraña, irracional e hizo comentarios sobre dinero que le debía el obispo”.
Pero Luna no llegó a decir que tal disputa condujo al asesinato, diciendo que fue “algo que salió de uno de los testigos”.
Medina fue arrestado el 20 de febrero después de estar atrincherado por una hora en su casa en la cuadra 2400 de Kenwood Avenue en Torrance.
El alguacil dijo el mes pasado que se recuperaron dos armas de fuego en la casa de Medina y que estaban siendo examinadas para determinar si alguna de ellas estuvo involucrada en el tiroteo.
Luna también dijo que la esposa de Medina fue interrogada y que había sido “plenamente cooperativa'' con los detectives.
O'Connell era nativo de Irlanda y había sido sacerdote y más tarde obispo en Los Ángeles durante 45 años.
