Los padres de Anadith Danay Reyes Álvarez, la niña de 8 años que murió mientras estaba bajo custodia de Patrulla Fronteriza el pasado 17 de mayo en un centro de detención en Harlingen, Texas, consideran la posibilidad de entablar un reclamo civil.
"La familia está considerando todo. También, obviamente, incluyendo la posibilidad de acción legal y nosotros estamos listos para representarlos si esa es una decision que ellos deciden tomar", explicó Karla Marisol Vargas, abogada de Texas Civil Rights Project.
Igualmente, los padres esperan que todos los involucrados en este caso enfrenten consecuencias, pues afirma esto se pudo haber evitado.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo Washington aquí.
Reyes Álvarez, de padres hondureños, nació en Panamá con una cardiopatía congénita. Tras la muerte de la niña, su madre dijo que los agentes ignoraron repetidamente las súplicas de hospitalizar a su hija médicamente frágil.
"Como dijo el reporte de la mamá, le dijo a todo el mundo que su niña tenía esa condición. Cuando fueron detenidos, con inmigración, a los agentes. Ella siempre nombró eso, que los agentes ya tenían esos antecedentes", añadió la abogada.
Entre el momento en que la familia llegó a la estación de Harlingen en la noche del 14 de mayo y las primeras horas de la mañana del 17 de mayo, el personal médico contratado por la CBP informó haber tenido aproximadamente nueve encuentros con la niña y su madre, quienes se quejaban de fiebre, síntomas similares a los de la gripe y dolor.
Según informes, durante ese día, la niña dejó de responder y el personal médico solicitó servicios médicos de emergencia e inició la reanimación cardiopulmonar con la ayuda de un desfibrilador externo automático, que no recomendó ninguna desfibrilación.
La niña y su madre fueron trasladadas por separado al Valley Baptist Medical Center de Harlingen, donde murió la niña.
Por su parte, el Comisionado de CBP compartió los cambios que se realizaron luego de la muerte de la niña, como la revision del sistema de seguridad en todas las estaciones. Mientras tanto, los padres seguirán con sus propios procesos migratorios.
"Esta es una familia que al igual que muchos, está tratando de ejercer su derecho legal de pedir el asilo, que es un derecho que ellos tienen. Es un derecho que se reconoce a nivel global en muchos países", relató la abogada.
La familia ahora vive en Nueva York.