El presidente Joe Biden quiere darle al Día de Independencia un nuevo significado este año al alentar las celebraciones a nivel nacional para marcar el regreso efectivo del país a la normalidad después de 16 meses de interrupción de la pandemia del coronavirus.
La Casa Blanca ha mostrado una certeza cada vez mayor de que el 4 de julio será un momento decisivo en la recuperación de la nación, a pesar de que no se espera que Estados Unidos alcance su objetivo de vacunar al 70% de los adultos antes de la festividad.
A medida que las tasas de casos y muertes por COVID-19 caen a niveles récord desde los primeros días del brote, los viajes aumentan y las escuelas y negocios reabren, Biden proclamó que este será "un verano de libertad" para celebrar que los estadounidenses reanudan sus vidas prepandémicas.
CAMBIO DE PERSPECTIVAS
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Para el 4 de julio, Biden podría celebrar su evento más significativo ya que planea recibir a los socorristas, trabajadores esenciales y miembros del servicio militar y sus familias en el jardín sur de la sede del gobierno federal donde les ofrecería una comida al aire libre y verían junto a él los fuegos artificiales en el National Mall. Se esperan que acudan más de 1,000 invitados, dijeron funcionarios vinculados a los festejos.
El plan muestra el cambio dramático de postura desde que Biden asumió el poder ya que hace solo tres meses, con cautela, expresó cierta esperanza de que la gente pudiera realizar actividades al aire libre para el cuatro de julio, lo cual a la fecha y velocidad de reapertura resulta risible.
"Para el 4 de julio, es muy probable que usted, sus familias y amigos puedan reunirse en su patio trasero o en su vecindario y hacer una comida al aire libre y una barbacoa y celebrar el Día de la Independencia", dijo el 11 de marzo a propósito del aniversario de la pandemia.
La Casa Blanca
LLEGA LA POSTPANDEMIA
Para la mayoría de los estadounidenses ese objetivo de reapertura se alcanzó el mes pasado, el fin de semana del Día de los Caídos, después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades suavizaron las reglas sobre el uso de mascarillas para las personas completamente vacunadas y cambiaron las restricciones asociadas al virus a nivel estatal y local.
Funcionarios dicen que el 4 de julio servirá como el inicio no oficial de una nueva fase en la respuesta pandémica de EEUU, mientras el gobierno federal busca pasar la página de la crisis de salud pública nacional y busca centrarse en el resurgimiento económico y cívico en el país y apoyar la vacunación mundial.
La Casa Blanca espera que las celebraciones del 4 de julio se repliquen por todo el país después de que el año pasado se produjera la cancelación masiva de las festividades del 4 de julio, dijeron dos funcionarios de la Casa Blanca que hablaron bajo condición de anonimato.