WASHINGTON - El presidente estadounidense Joe Biden reconoció el jueves que la ley estadounidense para combatir el cambio climático tiene “fallas” pero aseguró que “hay modificaciones que le podemos hacer”, ante la inquietud sobre la legislación en Europa.
Biden, quien estaría homenajeando al presidente francés Emmanuel Macron con la primera cena de Estado de su presidencia el jueves en la noche, dijo en conferencia de prensa conjunta que él y Macron, en su reunión en la Oficina Oval, hablaron “bastante” sobre las inquietudes europeas en torno a la ley.
“Estados Unidos no se está disculpando. Y yo no me estoy disculpando ya que fui yo el que la redacté, para la legislación de la que estamos hablando”, dijo Biden, aunque reconoció que podrían tener que hacerse modificaciones a la legislación que firmó en agosto.
Macron ha dejado en claro las inquietudes de él y de otros líderes europeos en torno a la ley, que favorece tecnologías estadounidenses para combatir el cambio climático, como los vehículos eléctricos.
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Macron dijo que si bien hay que aplaudir las gestiones de la administración Biden para combatir el cambio climático, los subsidios representarán un retroceso para las compañías europeas.
“Queremos tener éxito juntos, no uno contra el otro”, añadió Macron.
Dijo que Estados Unidos deberá “resincronizar” sus esfuerzos por energía limpia para garantizar que no haya un “efecto dominó” que socave proyectos de energía limpia en Europa.
Las declaraciones surgieron luego que Biden y Macron entablaron conversaciones que son el evento central de una visita llena de pompa del mandatario francés, siendo los temas centrales la guerra en Ucrania, la asertividad creciente de China en la región Indo-Pacífico y la consternación europea por aspectos de la ley climática de Biden.
El jueves por la noche Biden brindaría a Macron la primera cena de Estado de su presidencia, pero antes los dos mandatarios se sentaron en la Oficina Oval a discutir los asuntos graves que enfrentan.
Encabeza la agenda la guerra en Ucrania, que ya lleva nueve meses. Biden y Macron enfrentan vientos en contra al tratar de mantener la unidad entre Estados Unidos y Europa para brindar ayuda económica y militar a Kiev en su lucha por rechazar las fuerzas rusas.
“Las decisiones que tomemos hoy y en los próximos años determinarán el rumbo de nuestro mundo durante décadas”, dijo Biden en la ceremonia de recepción.
Al inicio de las conversaciones, Macron reconoció que son “tiempos difíciles” en Ucrania y dijo que las dos naciones deben “sincronizar sus medidas” sobre el clima.
“Esto es extremadamente importante... tener coordinación estrecha entre nosotros sobre diversos asuntos porque queremos reparar las consecuencias directas e indirectas de la guerra sobre nuestras economías y nuestro pueblo, y al mismo tiempo queremos preparar las futuras generaciones para una economía de carbón neutro, creando muchos empleos”, dijo Macron.
En un comunicado conjunto después de su reunión, Biden y Macron dijeron que una comisión conjunta Estados Unidos-Unión Europea sobre la ley estadounidense intentará fortalecer su asociación en temas climáticos “de manera mutualmente beneficiosa”.
Previamente, cientos de personas se reunieron en el jardín de la Casa Blanca en una mañana soleada y fresca para la ceremonia, que incluyó una salva de 21 cañonazos y revista de tropas. Los acomodadores entregaron pequeñas banderas estadounidenses y francesas a los invitados.
En sus discursos, los dos mandatarios rindieron homenaje a la larga alianza de ambos países. Pero reconocieron las dificultades que los aguardan cuando la unidad occidental muestra cierto desgaste a nueve meses de iniciada la invasión de Ucrania.
En Washington, los republicanos se disponen a tomar el control de la Cámara de Representantes, y su líder Kevin McCarthy, ha dicho que no firmarán un “cheque en blanco” para Ucrania. En el otro lado del Atlántico, los esfuerzos de Macron por mantener la unidad europea son puestos a prueba por el aumento de los costos del apoyo a Ucrania cuando Europa enfrenta aumentos de los precios de la energía que amenazan con descarrilar la recuperación económica pospandemia.