WASHINGTON DC - El presidente Joe Biden brindará su discurso conocido como el Estado de la Nación en medio de una campaña electoral que se inclina por enfrentarlo nuevamente con Donald Trump en noviembre, una crisis que se le fue de las manos en la frontera con miles de migrantes que terminan en un limbo legal, un creciente descontento por su respuesta a la guerra entre Israel y Hamas y un nivel de popularidad muy bajo.
Ante este panorama, Biden seguramente planteará una pregunta que espera que se responda por sí sola: ¿De qué lado está usted?
¿Están los estadounidenses, como él lo planteará, del lado de los menores costos de atención médica, las libertades democráticas y la lucha de Ucrania para evitar ser absorbida por Rusia? ¿O del lado de las ganancias de las compañías farmacéuticas, las exenciones fiscales para los ricos y el líder autocrático de Rusia, Vladimir Putin?
No te pierdas la cobertura especial de Telemundo sobre el discurso del Estado de la Nación del presidente Biden. El programa especial comienza este martes a las 8:50 p.m. ET / 7:50 p.m. CT / 5:50 p.m. PT en televisión y plataformas digitales.
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El argumento que Biden expondrá el jueves por la noche -el discurso comenzará a las 9 pm hora del Este- está integrado en el hecho de que está del lado correcto de todas estas cuestiones y que los votantes deberían unirse detrás de él, a diferencia de su probable rival republicano en las elecciones presidenciales, el expresidente Trump.
Las duras decisiones que enfrenta Estados Unidos serán el tema propulsor del tercer discurso sobre el Estado de la Unión de Biden, dicen los asesores.
Aprovechará el momento para recordar a los votantes las victorias legislativas obtenidas con tanto esfuerzo y que en su mayoría desconocen, según muestran las encuestas, al tiempo que promete renovar el código tributario en un segundo mandato para que los estadounidenses de clase media obtengan alguna ayuda financiera.
También buscará aliviar el creciente descontento dentro de su propio partido por su manejo de la guerra entre Israel y Hamas. El fracaso de Biden a la hora de forjar un alto el fuego duradero ha dividido a su partido y ha generado un movimiento de base para privarlo de delegados en la convención de nominación presidencial demócrata en Chicago.
ANUNCIO SOBRE GAZA
Biden anunciará en su discurso del Estado de la Nación un plan para que las fuerzas estadounidenses establezcan un puerto temporal en Gaza a fin de agilizar el envío de ayuda humanitaria, dijeron funcionarios de la administración.
Las fuentes, que pidieron no ser identificadas, dijeron que el operativo no requerirá despachar tropas estadounidenses en el terreno, pero busca permitir una mayor entrega de alimentos, medicinas y otros enseres básicos.
Los funcionarios no dieron detalles acerca de cómo se construirá el muelle. Uno dijo que las fuerzas armadas estadounidenses poseen “recursos singulares” y pueden hacer cosas “desde el mar frente a la playa”.
La medida agrega un elemento más a la extraordinaria dinámica que se ha producido cuando Estados Unidos se ha visto obligado a soslayar a Israel, su aliado principal en el Oriente Medio, y encontrar la manera de entrar a Gaza, incluso mediante lanzamientos desde el aire.
Quizás la misión más urgente de Biden sea simplemente asegurarle a una nación escéptica que está a la altura de los rigores del trabajo.
Cada discurso sobre el Estado de la Unión recibe una atención enorme, pero el que Biden está dispuesto a pronunciar se perfila como uno de los más trascendentales en décadas. Tradiciones que alguna vez parecieron cinceladas en la sociedad estadounidense (estado de derecho, límites al poder presidencial, autogobierno) parecen estar en juego en las próximas elecciones.
Decenas de millones de personas lo sintonizarán, lo que significa que Biden puede esperar la mayor audiencia televisiva que obtendrá al menos hasta la convención de agosto.
"Este discurso tiene el potencial de ser el discurso político más importante hasta ahora en el siglo XXI", dijo Donald Baer, exredactor jefe de discursos y director de comunicaciones en la Casa Blanca del entonces presidente Bill Clinton. "Estamos en un momento crucial en la historia del país y del mundo y ciertamente en esta campaña".
“Tiene el potencial de ser, para Biden en su reelección, una oportunidad tan poderosa como la que tendrá”, añadió Baer.
Con las cifras de las encuestas cayendo y su reelección en duda, Biden tiene la oportunidad de recibir una nueva mirada de un electorado que parece dispuesto a abandonarlo en favor de un expresidente que se defiende de 91 cargos por delitos graves.
Una actuación nítida contribuirá en gran medida a demostrar la aptitud y la agudeza de Biden a sus 81 años. Del mismo modo, si tropieza mientras camina hacia la tribuna en la cámara de la Cámara, o pierde su lugar en el teleprompter y mira fijamente la pantalla, se arriesga a un momento viral que sería difícil de superar.
El Partido Republicano también ha dispuesto resaltar la avanzada edad de Biden al elegir a la senadora Katie Britt, republicana por Alabama, para dar la refutación oficial del partido.
Una vulnerabilidad que enfrenta Biden es la incertidumbre sobre su agenda futura. Algunos demócratas se han quejado de que se ha mostrado reticente en cuanto a lo que le gustaría lograr si gana la reelección.
Biden aprovechará el discurso para resaltar su apoyo a los derechos reproductivos de las mujeres, así como a los cambios en el código tributario.
No en vano, la primera dama Jill Biden estará sentada entre la audiencia con Kate Cox, una mujer de Texas a quien la Corte Suprema del estado le negó el aborto.
La Casa Blanca quiso que acudieran la primera dama ucraniana, Olena Zelenska, y la esposa del fallecido Alexei Navalny, Yulia Navalnaya, en un intento por llamar la atención sobre la necesidad de seguir aprobando más ayuda para Ucrania. Ninguna de las dos estará finalmente.
También está invitada Elizabeth Carr, la primera persona nacida mediante fecundación in vitro en Estados Unidos, tras el polémico fallo del estado de Alabama que podría dificultar este proceso, y varios familiares de los estadounidenses asesinados o tomados como rehenes por Hamás el pasado 7 de octubre.