SPARROWS POINT, Maryland — Casi tres semanas desde que el puente Francis Scott Key de Baltimore colapsó tras el impacto de un carguero descarriado, las tripulaciones están utilizando la grúa más grande de la costa este para transportar los restos a un depósito de salvamento cercano.
La sección más pesada hasta el momento pesaba alrededor de 450 toneladas (408 toneladas métricas). El lunes por la mañana, en el patio de salvamento, los trabajadores desarmaron las vigas metálicas atacándolas con sopletes de propano y un par de tijeras gigantes que las cortaron en pedazos más manejables. Cerca del agua se elevaba la Chesapeake 1000, una grúa flotante con una historia que incluye ayudar a la CIA a recuperar parte de un submarino soviético hundido.
El Key Bridge tardó cinco años en construirse en la década de 1970. Ahora es una carrera contrarreloj para desmantelar los restos de un monumento caído en Baltimore.
El 26 de marzo, seis trabajadores de la construcción murieron en el derrumbe. Desde entonces se han recuperado cuatro cadáveres.
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Los equipos de rescate esperan recuperar los dos cuerpos restantes una vez que se hayan retirado los escombros. También están trabajando para lograr su objetivo de abrir un canal temporal a finales de este mes que permitiría reanudar más tráfico comercial a través del puerto de Baltimore, que ha permanecido prácticamente cerrado desde el colapso del 26 de marzo.
Las autoridades planean reabrir el canal principal del puerto a finales de mayo.
Hasta ahora, se han retirado del canal más de 1,000 toneladas (907 toneladas métricas) de acero. Pero el trabajo es tedioso, peligroso e increíblemente complejo, dijeron el lunes los líderes de la operación durante una visita al depósito de salvamento de Tradepoint Atlantic, la única terminal marítima que opera actualmente en el puerto de Baltimore.
La instalación, que ocupa el sitio de una antigua planta de Bethlehem Steel al noreste de Baltimore, ha intensificado sus operaciones para dar cabida a algunos de los barcos originalmente programados para atracar en las otras terminales del puerto.
Antes de retirar cualquier pieza del puente, los buzos tienen la tarea de inspeccionar los turbios restos submarinos y evaluar cómo extraer de forma segura las distintas partes. Elaborar una hoja de ruta es uno de los mayores desafíos, señaló Robyn Bianchi, asistente del maestro de salvamento en el proyecto.
"Hay muchos escombros, barras de refuerzo, hormigón", dijo. "No sabemos qué peligros hay ahí abajo, así que tenemos que ser muy metódicos y lentos al respecto".
Al mismo tiempo, las tripulaciones están trabajando para retirar algunos contenedores del carguero Dali antes de levantar los tramos de acero de su proa y reflotar el barco.
"Presenta un peligro dinámico", destacó Joseph Farrell, director ejecutivo de Resolve Marine, que está trabajando para reflotar el barco. Dijo que una vez que eso suceda, el Dalí regresará al puerto de Baltimore. "Sacarlo de allí es una prioridad".
Mientras tanto, los líderes estatales se hacen eco de los llamados del presidente Joe Biden para que el Congreso autorice al gobierno federal a pagar el 100% de la limpieza y reconstrucción. Eso requeriría apoyo bipartidista, y algunos republicanos de línea dura en el Congreso ya han sugerido demandas controvertidas para compensar la financiación.
El gobernador de Maryland, Wes Moore, dijo que daría la bienvenida a cualquier legislador federal que visitara y viera los restos de cerca.
“Les pido que se suban al agua y que lo vean de primera mano. Les pido que comprendan claramente lo que significa”, exhortó durante una conferencia de prensa el martes en la que se le unieron líderes estatales republicanos, incluidos el ex gobernador Bob Ehrlich y el senador Johnny Ray Salling.
Salling, quien pasó 26 años trabajando en Bethlehem Steel antes de ingresar a la política, dijo que el colapso del puente lo afectó de una manera profundamente personal. Elogió a los legisladores de Maryland por aprobar rápidamente legislación para ayudar a los trabajadores portuarios y a otras personas que sufren económicamente.
"Era lo correcto", señaló. "Estamos dando un paso adelante".