Bolivia

Bolivia recibe cuarta parte de vacunas contra COVID-19 contratadas

El país no no ha podido inmunizar a su población más joven debido a la escasez de dosis.

Bolivia recibió sólo el 26% de las 15,2 millones de vacunas que adquirió cuatro meses después de haber iniciado un plan de inoculación masiva
EFE/ Jorge Ábrego/Archivo

Bolivia recibió sólo el 26% de las 15,2 millones de vacunas que adquirió cuatro meses después de haber iniciado un plan de inoculación masiva y no ha podido inmunizar a su población más joven debido a la escasez de dosis.

Un millón de vacunas Sinopharm de China comenzaron a llegar el martes y el lote se completará el jueves, con lo cual el país alcanzará más de cuatro millones de vacunas, lo que permitirá avanzar en el plan de vacunación, dijo el martes a la prensa el viceministro de Comercio Exterior, Benjamín Blanco.

A pesar de que China no es el principal proveedor, el país ya ha recibido 2,7 millones de dosis de Sinopharm. “Estamos logrando reemplazar las falencias (en la vacunación) gracias a Sinopharm”, reconoció Blanco.

Bolivia compró 5,2 millones de la vacuna rusa Sputnik V y otros cinco millones de AstraZeneca del Instituto Serum de la India, que tampoco han cumplido con la entrega. El resto de las vacunas debieron ser suministradas a través de la iniciativa multilateral COVAX que tampoco cumplió los envíos comprometidos, según las autoridades sanitarias.

Todavía no hay fecha para el inicio de la vacunación de los mayores de 30 años, uno de los grupos más afectados por las variantes más contagiosas como la brasileña. Blanco dijo que Bolivia será una de las beneficiadas con la donación de vacunas de Estados Unidos, cuya llegada no tiene fecha.

Hasta el martes el país ha acumulado más de 422.800 contagios y 16.174 decesos y la tercera ola de la pandemia está en plena escalada, de acuerdo con las autoridades sanitarias. Un 22,5% de la población recibió la primera dosis y un 8% está totalmente vacunada de un universo de 7,1 millones de personas, según el Ministerio de Salud.

A pesar del aumento de los contagios, las autoridades no han podido aplicar medidas estrictas de confinamiento debido a la resistencia de sectores informales que dominan el 75% de la economía boliviana. Sólo algunas ciudades mantienen cierres los fines de semana y los feriados para reducir la transmisión.

“Han sido días difíciles y se vienen días difíciles”, reconoció el presidente Luis Arce la víspera durante una ofrenda a la Pachamama (Madre Tierra) por el Año Nuevo andino, un ritual ampliamente practicado en el país.

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