Jacon Chansley, el hombre conocido como el “chamán de Q-Anon” que portando unos cuernos y una lanza irrumpió en el Capitolio de EE.UU. en enero junto a una turba de seguidores del expresidente Donald Trump, ha cambiado de abogados y estos estarían explorando la posibilidad de apelar su condena y sentencia, según sugirieron en un comunicado este lunes.
Chansley, quien ha sido uno de los casos de mayor perfil relacionados con la violenta insurrección, fue sentenciado el 17 de noviembre a poco más de tres años en prisión. Ya en septiembre, el hombre de 34 años y oriundo de Arizona se había declarado culpable de obstruir un procedimiento oficial durante la toma de la sede del Congreso.
“El señor Chansley estará buscando todos los remedios a su alcance bajo la Constitución y los estatutos federales en lo que respecta el resultado de su proceso criminal", se lee en un comunicado de la organización sin fines de lucro National Constitutional Law Union, fundada por el abogado John Pierce, quien ya representa a un número significativo de los acusados por el asalto al Capitolio.
"Esto incluye una posible apelación directa de su condena y sentencia en la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia así como alegatos de la ‘asistencia ineficaz de su abogado".
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Pierce, junto a William Shipley, son ahora los representantes legales acreditados de Chansley, quien renunció a gran parte de sus derechos de apelación cuando se declaró culpable. Uno de los pocos argumentos válidos que le quedarían para solicitar que se revoque la sentencia sería el de haber recibido asistencia ineficaz de su abogado durante su juicio.
El día que fue sentenciado, Chansley le dijo al juez que admitía haberse equivocado al entrar al Capitolio. "No tengo excusas", indicó este hombre, quien agregó que su comportamiento de ese día es "indefendible".