El líder de los Proud Boys, Henry “Enrique” Tarrio, se declaró culpable este lunes de quemar una pancarta con el lema "Black Lives Matter" perteneciente a una iglesia histórica de Washington, D.C. en diciembre de 2020, indica un comunicado del Departamento de Justicia.
Tarrio, de 37 años y quien es de origen cubano, admitió un cargo de destrucción de propiedad yotro de intento de poseer un cargador especial para un arma de alta capacidad, los cuales son ilegales en el Distrito de Columbia.
Se espera que Tarrio sea sentenciado el 23 de agosto y enfrenta una pena máxima de 180 días tras las rejas y/o una multa de $1,000 por cada uno de los cargos. El hombre deberá permanecer fuera de la ciudad hasta su sentencia, según una orden emitida en enero por una Corte Superior de D.C.
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Tarrio es acusado de destruir propiedad de la Iglesia Metodista Asbury United la noche del 12 de diciembre de 2020, junto a otros individuos afiliados con la organización de extrema derecha “Proud Boys”. El grupo robó la pancarta de la propiedad de la iglesia y luego lo quemó usando líquidos inflamables, según el comunicado.
Tarrio publicó una imagen de las acciones en su cuenta en la red social “Parler”, en la que se le veía sosteniendo un encendedor. En los días posteriores, Tarrio admitió haber participado en la destrucción del cartel.
Tarrio fue detenido cuando regresó a la capital el 4 de enero, bajo cargos de destrucción de propiedad. Dos días después, una turba de simpatizantes del presidente Donald Trump, que incluía varios miembros de los “Proud Boys” irrumpió en el Capitolio de EE. UU. en un intento por evitar la certificación de los resultados de las elecciones presidenciales.
Proud Boys ha sido descrita como una organización neofascista y supremacista. Solo hombres pueden ser miembros y la FBI lo considera “un grupo extremista con lazos con el nacionalismo blanco” y ha sido designado por la organización antiracista Southern Poverty Law Center (SPLC) como un “grupo de odio”.