Un niño de 16 años perdió la vida tras ser atropellado por un vehículo mientras montaba en una patineta eléctrica en Alexandria, Virginia.
Miguel Ángel Rivera, un joven de origen salvadoreño, había salido de su trabajo el sábado 27 de agosto en un restaurante y tomó una patineta eléctrica para ir a la casa de su padre, donde pasaba los fines de semana.
A pocos minutos de llegar, aparentemente fue atropellado por un vehículo Toyota RAV-4 negro en North Beauregard Street mientras intentaba girar a la izquierda en Sanger Avenue, de acuerdo a las autoridades.
Fue llevado de inmediato a un hospital cercano con heridas que ponían en riesgo su vida.
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“[Fue] muy duro, verlo a él en esa cama con tantas medicaciones, esperando un milagro de Dios”, dijo Yecelia Alvarado, la madre del joven. “La cirugía que le realizaron, le quitaron parte de su cráneo para darle espacio al cerebro porque lo tenía demasiado inflamado”.
Miguel Ángel estuvo en cuidados intensivos por una semana, pero el lunes 5 de septiembre en la madrugada, Alvarado recibió la noticia que ninguna madre quiere escuchar.
“A las 2:20 de la madrugada recibo la noticia, la dura noticia, que mi hijo se estaba yendo. Que le había dado un paro cardiaco y que lo estaban reanimando. Y corriendo busqué, me vestí, me fui para el hospital, pero ya mi hijo no me esperó”, dijo.
Local
El conductor del auto permaneció en el lugar. No estuvo claro de inmediato si podría enfrentar cargos en la muerte de Miguel Ángel.
Ahora su madre hace un llamado a los demás padres de familia para que sus hijos no utilicen las patinetas eléctricas.
“Yo les digo a estos padres de familia que no permitan que sus hijos sigan utilizando eso, porque muchos accidentes están ocurriendo”, afirmó.
El joven era el tercero de cinco hermanos. Iba a comenzar el grado 11 en Wakefield High School en Arlington, y soñaba con ser ingeniero mecánico.
"No hay palabras. Perdimos un ángel", dijo Seila Santiago. Ella dijo que Miguel era el novio de su hermana menor, pero se convirtió en parte de la familia.
Llegó a conocerlo como un estudiante inteligente, cariñoso y trabajador con un futuro brillante por delante.
"No podemos entender que lo perdimos, osea, ¿cómo puede ser? Era joven, tenía tanto por que vivir. Tantas personas lo querían. Tantas personas ahora están con los corazones rotos", dijo Santiago. "Si miras al mapa ves que estaba a dos minutos de su casa. Dos minutos. Dos minutos de donde estaba supuesto llegar".
En Virginia la ley para el uso de patinetas eléctricas permite que los usuarios utilicen la calle o el andén, siempre manejando por la derecha, pero no en las autopistas. Tampoco pueden manejar a más de 20 millas por hora y la pueden utilizar solo los mayores de 14 años.
“En este momento yo tengo un dolor muy grande, que no lo voy a poder superar”, dijo Alvarado. “Mi hijo tenía muchos planes en su vida - ir a la universidad, ser alguien en la vida. Desafortunadamente a sus 16 años le cortaron sus alas”.