Las empresas de viajes compartidos se convirtieron en una forma de vida, y se utilizan para transportar de todo, desde personas hasta paquetes por la ciudad.
Pero un conductor de Uber jamás pensó que le tocaría transportar algo presuntamente fuera de la ley.
El conductor Adam tiene tres trabajos, entre ellos el conducir Uber varias veces por semana, por lo que ha visto muchas cosas en sus viajes, pero nunca como lo que asegura encontró una noche a finales de diciembre en un complejo de apartamentos en Suitland Parkway al sureste de DC.
“Un hombre abrió mi puerta y colocó una bolsa con un nudo flojo en la parte trasera de mi carro”, dijo Adam.
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Él notó que la bolsa no tenía mucha estabilidad, por lo que llamó al cliente que pidió el servicio de envío y entrega, para verificar si realmente la bolsa contenía algo.
El servicio de Uber Connect comenzó a funcionar durante la pandemia como método para facilitar la entrega de paquetes o regalos. Sin embargo, en su página web, Uber enumera una serie de artículos que no se pueden transportar, incluidos alcohol, armas o drogas, ya sean recetadas o recreativas.
“Podía ver a través de la bolsa lo que parecían ser drogas. Parecían pastillas sueltas”, dijo Adam.
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En ese momento, él pensó que esas pastillas podrían tratarse de oxicodona.
“Desafortunadamente, yo era la mula de la droga en esa situación”, dijo.
Precisamente, el equipo investigativo de nuestra cadena hermana News4 encontró que en el país se han presentado casos similares, desde Chicago hasta Tampa. Incluso en Arizona, una madre asegura que su hija murió después de una sobredosis de fentanilo entregado a través de Uber Connect.
Según autoridades, a veces los conductores podrían estar involucrados, como en el caso de dos hombres en Virginia que recientemente fueron arrestados y acusados de utilizar los servicios de viajes compartidos para vender cocaína.
“Al parecer la persona no era simplemente un repartidor sin saberlo, sino que en realidad participó activamente”, dijo Matthew Graves, fiscal federal de DC.
En el caso de Adam, él asegura que tiró el paquete y que al reportarlo a Uber, recibió respuestas contradictorias.
“Uber tardó demasiado en responder”, dijo.
Supuestamente al principio le ofrecieron disculpas por su experiencia, pero luego asegura que recibió otro mensaje de la compañía advirtiéndole que el cliente había denunciado el robo de su paquete y que debía devolverlo.
Al contactar a Uber, un portavoz dijo que “están comprometidos con la seguridad de los conductores y repartidores. Y que el uso de Uber para actividades ilegales está expresamente prohibido y puede resultar en la pérdida de acceso a la plataforma”.
Por eso le piden a sus conductores en casos similares rechazar o cancelar el viaje y llamar a la policía de inmediato.
Adam llamó a la policía, pero como había tirado las supuestas drogas, dijo que no hicieron un reporte. Ahora asegura que dejó de transportar paquetes y solo recoge personas.
Uber asegura que tiene equipos dedicados a investigar informes como este y que pueden tomar medidas expulsando a los infractores de la aplicación y remitiendo los casos a la policía.
Cada conductor que sospeche transportar un paquete indebido debe llamar al 911 y evitar el contacto con el artículo.