Entre las ciudades propuestas para la construcción de nuevos centros de detención se encuentra Washington DC, una zona considerada como ciudad santuario.
La posible construcción de nuevos centros de detención bajo el nuevo gobierno del presidente electo Donald Trump, ha generado controversia y preocupación entre la comunidad migrante.
Dos fuentes de NBC News familiarizadas con el proyecto informaron que el gobierno entrante está en conversaciones con compañías penitenciarias privadas sobre la posibilidad de expandir drásticamente los centros de detención de inmigrantes que los albergaría antes de que sean deportados, como parte del plan de deportación masiva prometido por el presidente electo.
El objetivo es duplicar el número de camas de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (el Congreso ha asignado 41,000) para retener a un gran número de inmigrantes durante períodos cortos de tiempo mientras esperan la deportación después de sus arrestos dentro de Estados Unidos, dijeron las fuentes.
Para Gustavo Torres, un centro de detención en DC o en las otras ciudades, como Nueva York, Filadelfia, Los Ángeles, Chicago o Miami, afectaría negativamente a la comunidad y podría vulnerar los derechos de los migrantes en espera de sus procesos legales.
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"Nosotros como siempre vamos a estar combatiendo esto, vamos a estar luchando en contra esto. Cualquier abuso en contra de los derechos civiles, de los derechos humanos, nosotros vamos a estar respondiendo", puntualizó el director ejecutivo de CASA.
Por su parte, la alcaldesa Muriel Bowser indicó esta semana que llevan varios meses planificando cómo van actuar para defender al Distrito.
"Siempre lucharemos por lo que es mejor para Washington. He trabajado con tres presidentes, incluido el presidente electo Trump, y líderes del Congreso de ambos partidos para promover las prioridades del Distrito", explicó Bowser a los periodistas el martes.
RELACIONES
Mientras, el equipo de transición del presidente electo, Donald Trump, asegura que las políticas en ciudades santuario, controladas por demócratas, no impediría que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas expanda su capacidad.
Hasta ahora, las personas que trabajan en los planes con el equipo de transición de Trump están evaluando cuáles de las instalaciones que cerró el gobierno de Biden podrían reabrirse, teniendo en cuenta el espacio disponible en las cárceles del condado y analizando qué áreas podrían necesitar instalaciones temporales para detener a los migrantes como parte del esfuerzo de deportación.
Una fuente familiarizada con los planes dijo que priorizan las áreas con grandes poblaciones de migrantes que carecen de centros de detención, en lugar de señalar los bastiones demócratas.
Un extracto de esta historia fue traducido de un artículo de NBC News. Haz clic aquí para leerlo completo.
