A partir de este sábado, los seguros médicos privados estarán obligados a cubrir hasta ocho pruebas caseras de COVID-19 al mes para las personas bajo sus primas.
La Administración Biden anunció el cambio este lunes como parte de un esfuerzo para bajar los costos y facilitar el acceso a los tests de detección del virus, en medio de un aumento en los infecciones y una creciente frustración sobre los obstáculos para hacerse un examen.
Bajo la nueva política, los estadounidenses podrán adquirir las pruebas caseras sin costo alguno a través de su seguro o presentar los recibos a la aseguradora para recibir un reembolso. Una familia de cuatro, por ejemplo, podría reclamar una reintegración por hasta 32 pruebas por mes. Los exámenes PCR y los tests rápidos ordenados o administrados por un proveedor de salud seguirán estando cubiertos por los seguros médicos sin límite alguno.
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El presidente Joe Biden enfrentó críticas durante la época festiva por la escasez de las pruebas rápidas mientras millones de ciudadanos anhelaban viajar para reencontrarse con familiares y amigos, en medio de una nueva ola de COVID-19 producto de la variante ómicron, considerada significativamente más contagiosa. Ahora, el gobierno federal está trabajando para hacer que estas pruebas caseras sean más accesibles, incrementando el suministro y abaratando los costos.
Más tarde este mes, se espera que el gobierno lance un sitio web que haría que unos 500 millones de exámenes caseros estén disponibles por correo. La administración también ampliará los sitios de pruebas rápidas en áreas del país que están pasando por otro aluvión de contagios.
Una vez cubiertos por las aseguradoras, el costo de realizarse una prueba rápida bajaría significativamente, afirman las autoridades federales, quienes esperan que el reducir esta barrera haga que las personas se hagan exámenes de una forma más constante, llevando entonces a una ralentización de la propagación del virus.
“Esto es parte de nuestra estrategia general para incrementar el acceso a pruebas caseras y fáciles de usar sin costo”, dijo en un comunicado el secretario de Salud y Servicios Humanos Xavier Becerra. “Al requerir que los planes privados de salud cubran las pruebas caseras de las personas, estamos expandiendo aún más la habilidad de los estadounidenses de hacerse un test gratuito cuando lo necesiten”.
Biden anunció el requisito federal a finales del año pasado y este entra en efecto el 15 de enero.
Solo las pruebas compradas el 15 de enero o en una fecha posterior serán reembolsadas. Algunos seguros de salud podrán elegir cubrir los costos de exámenes caseros adquiridos previamente pero no estarán obligados a hacerlo.
Los estadounidenses bajo Medicate no podrán obtener un reembolso por las pruebas a través del programa de seguro federal, pero Medicaid y el programa de seguro de salud para niños sí tienen requerido pagar todos los costos de los tests caseros. Aquellos que no tengan un plan de seguro de salud pueden recibir pruebas gratuitas a través del sitio web federal a establecerse este mes o de centros comunitarios y farmacias locales.