CIUDAD DE MÉXICO - Autoridades mexicanas aseguran que la pandemia por COVID-19 en el país no está en un momento crítico; sin embargo, la alcaldesa de Ciudad de México canceló la tarde del martes el concierto que había anunciado para recibir el 2022.
"Es una cuestión de precaución al ver que hay un incremento de casos, pero no es una alarma, sino una medida para evitar mayor número de contagios", argumentó Claudia Sheinbaum.
Lo cierto es que en zonas turísticas del país, como puede ser Cancún, los contagios van a la alza, porque en las playas poco se respetan las medidas de bioseguridad y los aeropuertos lucen saturados.
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"Aquí está muy relax, está muy chido, la verdad", dijo Víctor, quien viajó desde Texas para disfrutar de Cancún.
Y aunque asegura que sí hay un poco de incertidumbre, vale más relajarse y divertirse ahora que está permitido.
"No tengo mucho temor porque ya me dio y estoy bien", añadió.
Aunque en la playa parece que no pasa nada, sí hay propagación del virus. En Quintana Roo, un punto turístico internacional, los casos se incrementaron al triple: del 19 al 25 de diciembre se registraron 424 nuevos contagios.
Al momento se han detectado 17 casos de la variante Ómicron en turistas que visitaron Cancún: tres de ellos confirmados en Paraguay y, 14, en Brasil.
Autoridades afirman que la cifra no resulta peligrosa, ya que la tasa de letalidad en todo el país sigue disminuyendo.
“Con frecuencia se sobreestima la participación de la variante Ómicron”, considera el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell.
El gobierno mexicano ya dejó claro que por lo pronto no le preocupa la variante Ómicron, de la que ya hay 42 registros, sin embargo, no descarta la aparición de una cuarta ola de contagios.
“Podemos ver si se presentara una cuarta ola a expensas de Ómicron, por la gran cantidad de casos, pero una proporción menor de hospitalizaciones", dice López-Gatell.
Mientras, los turistas siguen llegando. En el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México las filas son largas.
Ahí, viajeros que ya vieron el panorama de otros países, como Estados Unidos, exigen mejorar las medidas de prevención.
"Los controles internos son más calmados, no hay tanta angustia a como se vive allá", comenta uno de los viajeros.
Eso porque México no tiene restricciones para el ingreso aéreo y, como escudo, solo conserva las reglas sanitarias básicas: sana distancia, cubrebocas y manos limpias.