MANILA, Filipinas - Las autoridades filipinas elevaron este lunes a 375 los muertos debido al tifón Rai, que ha dejado un rastro de devastación a su paso entre el jueves y el sábado por la región central de Filipinas.
Según el último reporte, más de 500 personas resultaron heridas y 56 se encuentran desaparecidas debido al tifón, que ha dejado a cientos de miles de personas con problemas de acceso a electricidad, alimentos, agua y atención sanitaria, informó el canal filipino GMA.
En su momento de mayor intensidad, el tifón Rai alcanzó vientos 121 millas por hora y ráfagas de 168 mph, siendo uno de los más poderosos de los últimos años que azota un archipiélago propenso a desastres ubicado entre el Océano Pacífico y el Mar del Sur de China.
La cifra de víctimas podría seguir aumentando porque varios pueblos permanecían aislados debido a comunicaciones caídas, cortes de energía y carreteras obstruidas, aunque se estaban realizando esfuerzos masivos de limpieza y reparaciones a medida que mejora del clima.
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Muchos de los que murieron fueron golpeados por la caída de árboles o paredes, se ahogaron en inundaciones o quedaron sepultados en deslizamientos de tierra. Un hombre de 57 años fue encontrado muerto colgando de la rama de un árbol y una mujer fue arrastrada por el viento y murió en la provincia de Negros Occidental, dijo la policía.
La gobernadora Arlene Bag-ao de las islas Dinagat, que se encontraba entre las provincias del sureste afectadas por primera vez por el tifón, dijo que la ferocidad de Rai en su provincia isleña de más de 130,000 habitantes fue peor que la de Haiyan, uno de los tifones más mortíferos de la historia y que devastó el centro de Filipinas en noviembre de 2013.
“Si antes era como estar en una lavadora, esta vez era como un enorme monstruo que golpeaba por todas partes, agarraba cualquier cosa como árboles y techos de hojalata y luego los arrojaba por todas partes”, dijo Bag-ao.
En el Vaticano, el papa Francisco expresó el domingo su solidaridad a los filipinos, haciendo referencia al tifón “que destruyó muchas casas”.
RAI, EL DECIMOQUINTO TIFÓN EN EL AÑO
El embate del tifón ha golpeado en un momento delicado debido al miedo por la nueva variante Ómicron del coronavirus.
Rai salió el sábado de Filipinas tras causar inundaciones y deslizamientos de tierra, lo que ha cortado las comunicaciones en numerosas localidades de las regiones de Visayas y Mindanao.
Muchas provincias, incluidas Cebu, Bohol y Guimaras, han sido declaradas zonas de desastre debido a los daños sufridos.
Un promedio de 20 tifones azotan Filipinas cada año y el más destructivo fue el supertifón Haiyan, el mayor de la historia reciente de Filipinas, que en noviembre de 2013 golpeó las islas de Samar y Leyte, matando a unas 7,000 personas y dejando a 200,000 familias sin hogar.
Filipinas es uno de los países más vulnerables a la crisis climática debido a los desastres por fenómenos naturales y, además, se asienta sobre el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona que acumula alrededor del 90% de la actividad sísmica y volcánica del planeta.