Cuando el cerebro de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos, Osama bin Laden, fue ultimado de varios tiros en la cabeza tras una emboscada en su residencia en Abbottabad, Pakistán, en el 2011, el mundo respiró aliviado.
Pero a casi 13 años de su muerte, muchos se preguntan qué pasó con su cuerpo y por qué no se difundieron fotos del cadáver.
El líder de la red terrorista al-Qaeda fue el hombre más buscado del mundo tras los ataques que dejaron más de 3,000 muertos en EEUU.
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Pero en la madrugada del 2 de mayo del 2011, un equipo elite de las fuerzas de EEUU emboscó al saudita de 54 años en su vivienda y lo mató de varios tiros en el tercer piso de la casona que habitaba junto a miembros de su familia y varios guardaespaldas.
Tras la confirmación de que el cuerpo era del terrorista, la gran pregunta de las autoridades de EEUU, incluido el presidente de entonces, Barack Obama, era qué hacer con el cadáver.
Si bien algunos rumores apuntaron a que se consideró enterrarlo en su tierra natal, Arabia Saudí, expertos rechazan esa posibilidad.
Para Akbar Ahmed, director de Estudios Islámicos de la Universidad Americana en Washington, “los sauditas se inclinan por una forma del Islam conocida como Wahhabism, que rechaza mausoleos para gente prominente. El hecho de que Arabia Saudí no quería que su mausoleo se convirtiera en un sitio de peregrinación, agregado al hecho de que Osama bin Laden era muy crítico del país, me hace pensar que si las autoridades estadounidenses pidieron que sea enterrado allí, lo habrían hecho por ignorancia”, según dijo en una entrevista con History Channel.
Ahmed dijo que otra posibilidad era enterrarlo en el noroeste de Pakistán, donde lo mataron, pero no sería ideal para EEUU ya que los santuarios son símbolos muy poderosos en la región.
Por esta razón es que las autoridades estadounidenses se inclinaron por una tercera opción: arrojar su cuerpo al mar, según History Channel.
Poco después de ser abatido, el cuerpo de Osama bin Laden fue cargado a un gigantesco portaaviones de EEUU desde donde lo arrojaron al mar, envuelto en una sábana blanca.
Si bien esto no encaja con las prácticas islámicas a la hora de los entierros, desde EEUU se reafirmó que se tomaron medidas para ajustarse a la tradición islámica, como el lavado del cuerpo y su posterior entierro dentro de las 24 horas tras su muerte.
La otra cuestión espinosa es por qué no se difundieron fotos del cuerpo de bin Laden.
Y el propio presidente de entonces, Barack Obama, fue el que se encargó de explicar al programa “60 Minutes”.
"Es importante para nosotros asegurarnos de que fotografías muy gráficas de alguien que recibió un disparo en la cabeza no circulen como incitación a más violencia o como herramienta de propaganda. Eso no es lo que somos. No sacamos a relucir estas cosas como trofeos”, dijo Obama.