KIEV, Ucrania — Las fuerzas armadas rusas arreciaron su ofensiva contra posiciones ucranianas en torno a la maltrecha ciudad oriental de Bajmut, según las autoridades ucranianas, lo que generó nuevos niveles de muerte y destrucción en una batalla iniciada hace meses por el control del este de Ucrania.
“Todo está completamente destruido, casi no queda vida”, afirmó el lunes por la noche el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, sobre la escena en torno a Bajmut y la localidad cercana de Soledar, conocida por sus minas de sal.
“Toda la tierra cerca de Soledar está cubierta con los cadáveres de los ocupantes y cicatrices de los ataques”, dijo el mandatario. “Es la imagen de la locura”.
La noche del martes, Dmitry Prigozhin, director del Grupo Wagner —un contratista militar privado ruso_, aseguró en reportes de audio publicados en su plataforma de redes sociales que sus fuerzas habían tomado control de Soledar, mientas que continuaban los combates en un “caldero” en el centro de la ciudad. Las autoridades ucranianas no comentaron al respecto, y The Associated Press no pudo verificar los señalamientos.
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El Ministerio de Defensa del Reino Unido dijo previamente que soldados rusos y del Grupo Wagner habían logrado avances en Soledar y “posiblemente controlen la mayor parte del asentamiento”.
La agencia dijo que tomar el control de Soledar, que se ubica 10 kilómetros (6 millas) al norte de Bajmut, posiblemente era el objetivo militar inmediato de Moscú como parte de una estrategia para rodear Bajmut. Pero, añadió, “las fuerzas ucranianas mantienen líneas defensivas estables en profundidad y el control de las rutas de suministro” en la zona.
Un funcionario de Occidente que habló bajo condición de anonimato, dijo que el Grupo Wagner “ha pasado de ser una comparsa de la guerra de Rusia a un protagonista en el conflicto”, y añadió que sus fuerzas actualmente representan hasta el 25% de los combatientes rusos.
El Kremlin, que ha sufrido numerosos reveses en la invasión del país vecino que emprendió hace 10 meses y medio, necesita cualquier victoria. Rusia se anexionó de forma ilegal Donestk y otras tres provincias ucranianas en septiembre, pero sus tropas han tenido problemas para avanzar.
Después de que fuerzas ucranianas retomaran la ciudad sureña de Jersón en noviembre, la lucha en torno a Bajmut se recrudeció.
La viceministra ucraniana de Defensa, Hanna Malyar, dijo que Rusia había enviado “un gran número de grupos de asalto” a la batalla.
“El enemigo avanza literalmente sobre los cuerpos de sus propios soldados y emplea de forma masiva artillería, lanzacohetes y morteros, que alcanzan a sus propias tropas”, dijo.
Pavlo Kyrylenko, el gobernador de la región de Donetsk nombrado por Kiev, describió el martes los ataques rusos contra Soledar y Bajmut como incesantes.
“El ejército ruso está reduciendo ciudades ucranianas a escombros empleando toda clase de armas en sus tácticas de tierra quemada”, dijo Kyrylenko en declaraciones televisadas. “Rusia libra una guerra sin normas, que produce sufrimiento y muertes civiles”.
Soldados heridos llegan a toda hora para recibir tratamiento de emergencia a un centro de estabilización médica ucraniano cerca del frente de batalla en las inmediaciones de Bajmut. Los doctores trabajaron el lunes durante 30 minutos para salvar la vida de un soldado, pero sus lesiones eran demasiado graves.
Otro soldado sufrió una herida en la cabeza después de que un fragmento perforó su casco. Los doctores lo estabilizaron lo suficientemente rápido para trasladarlo a un hospital militar.
“Luchamos hasta el final para salvar una vida”, dijo Kostyantyn Vasylkevich, cirujano y coordinador del centro, en declaraciones a The Associated Press. “Desde luego que duele cuando no es posible salvarlos”.