Sídne, Australia - El australiano Brenton Tarrant, autor del ataque supremacista en Nueva Zelanda de mediados de marzo, deberá ser sometido a dos evaluaciones para determinar su estado mental en el proceso que se le sigue, según ordenó el juez a cargo del caso.
El juez Cameron Mander del Tribunal Superior de la ciudad de Christchurch pidió dos informes preliminares para evaluar la capacidad del acusado de declararse inocente o culpable de los 50 cargos de asesinato, uno por cada víctima mental del ataque, y 39 por intento de asesinato, que afronta.
El magistrado remarcó que las evaluaciones son parte de los procedimientos judiciales regulares, al asegurar que éstos no afectarán el derecho del acusado a tener un juicio justo.
Tarrant, de 28 años, había expresado su intención de asumir su defensa legal, pero el jueves por la noche se supo que el acusado accedió a que lo representen los abogados Shane Tait y Jonathan Hudson.
Tarrant, quien compareció por vídeo conferencia esposado desde una prisión de la ciudad de Auckland, seguirá detenido hasta su próxima comparecencia el próximo 14 de junio, fecha en que deberán conocerse los resultados de la evaluación de la salud mental del acusado.
En el proceso contra Tarrant se eliminó el nombre de una mujer de la lista de los fallecidos, quien después se descubrió que estaba viva, y fue sustituido por el de Khalid Alhaj-Mustafa.
Asimismo, las identidades de las 39 personas vinculadas a las acusaciones de intento de asesinato han sido suprimidas por el tribunal y ellos aparecerán con códigos alfanuméricos, que comienzan en "W001" y terminan en W039", según el portal del diario New Zealand Herald.
Alrededor de 50 familiares de las víctimas del ataque a la mezquita acudieron al proceso para seguir la vista junto a más de una veintena de periodistas locales e internacionales y bajo la mirada de agentes policiales y personal de seguridad.
A la salida de los tribunales, las familias de las víctimas se negaron a declarar a la prensa argumentando que ha sido "un día muy sensible", aunque Yama Nabi, cuyo padre murió en el ataque de la mezquita de Al Noor, dijo a periodistas que espera "que lo encierren y que arrojen las llaves lejos".
Para él, el juicio contra el exentrenador físico australiano "no va a devolvernos a nuestros seres queridos...será un largo proceso", según las declaraciones recogidas por el portal de noticias Stuff.
Tofazzal Alam, un superviviente del ataque de Linwood, acudió al juicio porque varios de sus amigos murieron en el ataque supremacista a manos de Tarrant.
"Él no expresó ninguna emoción. No vi ninguna emoción en su cara", comentó al referirse a Tarrant, que compareció por segunda vez ante la justicia desde su detención el 15 de marzo, día del ataque en Al Noor y Linwood, que retransmitió durante 17 minutos en vivo en las redes sociales, tras publicar su ideario supremacista.
La Policía neozelandesa anunció la víspera que acusaba a Tarrant de los 89 cargos, aunque se prevé formular aún otros cargos más.